¿Es verano o no? La Madre Naturaleza ha estado muy impredecible últimamente. Después de solo dos semanas de calor veraniego, las tardes vuelven a ser lo suficientemente frescas como para obligarme a entrar en casa a buscar una chaqueta. El aire ya empieza a sentirse otoñal, pero al menos no hemos tenido heladas.
Las noticias decían que en algunos lugares de Oregón la temperatura bajó a -6 °C la semana pasada y que los jardines estaban arruinados. Eso podría bastar para dejarme deprimido durante días. Iría directo a FeelBach! para conseguir la esencia floral perfecta para combatir la depresión.
Como el invierno se ha extendido demasiado, nuestros huertos están retrasados. Creo que mi maíz no será más que un capricho para los caballos; les encantan incluso los tallos, así que les da igual si las mazorcas crecen o no.
Mientras tanto, tenemos una cierva y un cervatillo que han estado cogiendo las puntas de las plantas de judías, un poco de lechuga, parte de una hilera de zanahorias y algunas plantas de guisantes. Incluso ha podado los tallos de las frambuesas, pero aun así están produciendo abundantemente.
Cada vez que salgo al jardín, espero encontrarlo vacío, pero de momento nos está dejando algo. Espero que no les cuente a los demás ciervos sobre sus deliciosos hallazgos, ¡o estará vacío un día de estos!
Se está convirtiendo en un verano tan ajetreado que quizá me alivie cosechar solo lo suficiente para comer fresco, sin sentirme obligado a envasar o congelar el resto. Quizás debería agradecerle a ese ciervo por su esfuerzo para aliviarme el trabajo. Creo que lo haré.
Deseándote alegría...