Trastorno alimentario vinculado al miedo
Todos conocemos a personas que usan la comida como consuelo en momentos de estrés, y a otras que simplemente dejan de comer en esos momentos. Y quienes sufren de anorexia, sin duda, sufren de baja autoestima y se sienten inaceptables si tienen alguna célula grasa. Claro que, en su caso, la situación suele progresar mucho más allá, hasta el punto de que, al mirarse al espejo, ven una persona gorda.
Ahora hay un nuevo trastorno alimentario. Hasta hace poco, este trastorno era poco común y se clasificaba bajo la etiqueta general de "Ednos", que significaba trastornos no reconocidos. Pero para 1997, había tantos pacientes que se le dio su propio nombre: ortorexia nerviosa.
Es, sencillamente, una fijación en comer de manera correcta.
Quienes la padecen, en un intento por consumir solo alimentos puros, limitan sus opciones alimentarias hasta el punto de provocar desnutrición. Estas personas suelen tener más de 30 años y un nivel educativo alto, por lo que dedican tiempo a investigar y elegir los alimentos que comerán y los que no.
Una preocupación muy válida por la calidad de los alimentos del supermercado se convierte en una obsesión, y Los ortoréxicos desarrollan sus propias reglas estrictas en cuanto a la alimentación. Comúnmente se niegan a consumir azúcar, sal, cafeína, alcohol, trigo, gluten, levadura, soja, maíz y productos lácteos. Además, eliminan cualquier alimento que haya estado en contacto con pesticidas, herbicidas o que contenga aditivos artificiales.
Puedo comprender la causa de este trastorno, porque cuanto más leo sobre los diversos pesticidas, fertilizantes, hormonas de crecimiento, etc., que se añaden a nuestros alimentos, más compro productos orgánicos. Y hay algunos alimentos, como las comidas preparadas demasiado procesadas, que nunca compro.
Pero en los ortoréxicos, el miedo se ha convertido en la emoción dominante con respecto a la comida. Tienen miedo de comer tantas cosas y han eliminado tantos alimentos que ya no pueden consumir una dieta sana y equilibrada.
Sus hábitos se vuelven tan destructivos como si sólo comieran comida rápida.
Una esencia floral de Bach que podría ayudar a estas personas es Mimulus. Este es el remedio de Bach para quienes temen la vida real. Sus miedos se basan en la posibilidad de que algo malo suceda, aunque no haya sucedido.
Se puede reconocer la personalidad de un Mimulus por la frecuencia con la que se enferma y el tiempo que tarda en recuperarse. Su enfoque en cuidarse y la atención que prestan a sus enfermedades suelen retrasar la recuperación.