¿Tu hijo tiene un monstruo debajo de la cama?
En lugar de creer que su hijo tiene una imaginación desbordante o que simplemente intenta manipularlo, considere que podría estar viviendo un estado de Aspen negativo. Si es así, cree que el monstruo está ahí. Vive en un estado de miedo constante y puede que le dé pavor irse a la cama por la noche. Además, puede que no esté durmiendo bien por temor a lo que pueda pasar durante la noche.
En lugar de castigarlo, dale la esencia floral de Bach, Aspen.
Los adultos que viven en este estado negativo sienten un miedo similar, aunque no se centran en el monstruo. En cambio, experimentan una ansiedad generalizada sin foco: en realidad no saben a qué le temen, simplemente tienen miedo.
Ojalá hubiera sabido de las Flores de Bach cuando mi tía vivía, porque era un caso típico. Vivía con la incertidumbre y no podía relajarse ni disfrutar plenamente de las cosas —ni ver a sus hijos disfrutar— porque algo malo podía estar a la vuelta de la esquina. Vivía con miedo y ansiedad.
Los adultos y los niños que se encuentran en un estado negativo extremo a veces experimentan ataques de ansiedad graves, acompañados de síntomas físicos como temblores, sudoración y malestar estomacal.
La causa del estado negativo de Aspen puede ser una sensibilidad a planos superiores de conciencia y corrientes psíquicas. En algunos casos, se produce como resultado de intentar explorar esferas superiores y de estar excesivamente "sintonizado" con sentimientos e impresiones que no se pueden reconocer ni explicar fácilmente en la "conciencia diurna".
Después del tratamiento con Aspen, los pacientes pueden disfrutar de la vida cotidiana sin temores infundados y también pueden explorar esos planos superiores sin quedarse "estancados".